[This interview was conducted in Arabic by Bassam Haddad and Ziad Abu-Rish and translated/published from English into Spanish by www.rebelion.org]
Entrevista con dirigentes de la Federación General de Sindicatos de Bahréin
[Traducción para Rebelión de Loles Oliván]
Recientemente tuvimos la oportunidad de sentarnos a hablar con representantes de la Federación General de Sindicatos de Bahréin durante una visita a Estados Unidos patrocinada por la federación de sindicatos AFL-CIO [American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations]. Lo que sigue es una secuencia editada de diferentes partes de la entrevista que se llevó a cabo en árabe, el 6 de octubre de 2011 en Washington DC. La entrevista cuenta con S. Salman Yaffar Al-Mahfudh (Secretario General) y Abdulá Muhammad Husain (Secretario General Adjunto de Relaciones árabes e internacionales) de la Federación General de Sindicatos de Bahréin. La transcripción traducida se ofrece a continuación del video (traducido del árabe al inglés por Ziad Abu-Rish).
S. Salman Yaffar Al-Mahfudh (SSJAM): La Federación General de Sindicatos de Bahréin vivió los acontecimientos del país desde el primer momento. Obviamente, la principal preocupación de la Federación General es la situación de los trabajadores en Bahréin. Sin embargo, no es extraño que se interese por la reforma política dado que estamos plenamente convencidos de que no hay separación entre el movimiento sindical y el movimiento obrero. Yo creo que todos los aspectos de la vida están interconectados. Es decir, al igual que no se puede separar la situación económica de la situación política, no se pueden separar ambas situaciones de la situación social. Al abordar este debate hay quienes creen que debe haber una separación entre el movimiento sindical y la situación política. Sin embargo, nosotros consideramos que están conectados. En el movimiento sindical estamos prestando atención a la situación social, a la vida económica del individuo, a la libertad del individuo, a sus derechos, y a su trabajo. Por lo tanto, es natural explorar todos estos aspectos.
SSJAM: Los acontecimientos de Bahréin tomaron su curso y se [les] prestó mucha atención, sobre todo... al aspecto político. Sin embargo, la Federación General se posicionó cuando percibió que se estaba perjudicando a los trabajadores y que ello afectaba a su seguridad, tanto en el lugar de trabajo como en su camino al trabajo y viceversa. Nos pareció que su seguridad estaba amenazada por cosas como los puntos de control que se establecieron. En aquel momento, un trabajador fue sometido a interrogatorios, insultos, etc. Esa fue la situación en la que la Federación General declaró una huelga general. Lo que ha pasado en Bahréin desde el 14 de febrero es importante. Sin embargo, he tratado de resumir el tema circunscribiéndolo al ámbito de los trabajadores y a la forma en que la Federación General inició su relación con la situación en lo que respecta a la seguridad de los trabajadores.
Abdulá Muhammad Husain (AMH): Siguiendo con lo que ha dicho mi compañero Salman, secretario General de la Federación, estamos viendo qué consecuencias han tenido para los trabajadores de Bahréin los acontecimientos. Después de la intifada de la Plaza de la Perla, ante la solución de seguridad y de atacar a los manifestantes, Bahréin TV puso en marcha una campaña pidiendo el despido de los trabajadores que participaron en las manifestaciones o en la huelga general. Fue una campaña feroz. [...] El número de trabajadores despedidos, de los que están registrados en la Federación, ha alcanzado a 2.775 personas según datos de hace dos días. Estas cifras aumentan cada día. Hemos revisado todos los documentos, incluidas las cartas de despido. [Todos ellos declaran algo relacionado con] la participación en una manifestación, acudir a la Plaza de la Perla, y muchos otros temas. Podemos dar muchos ejemplos. Un ejemplo que usamos mucho es que el Parlamento, que se supone debe proteger las libertades, incluida la libertad de expresión y la libertad de asociación, despidió a un trabajador en particular. En la carta de despido de ese trabajador está documentado que se le despide por haber participado en el funeral de una de las víctimas. Esto no puede ser una razón para despedir a un trabajador. Hay una relación entre el empleador y el empleado que se centra en la propia profesión y cualquier problema que pueda existir en su práctica, pero no en su libertad de expresión. La libertad de expresión y la libertad de reunión y manifestación están previstas en la Constitución de Bahréin. Por lo tanto, no puede haber leyes o reglamentos de otras instituciones que contradigan la Constitución, que es la madre de todas las leyes de Bahréin y la referencia principal de Derecho. ¿Cómo despedir a un trabajador por participar en una manifestación si estas libertades están garantizadas?
En realidad, cuando hablamos de 2.775 trabajadores despedidos, no sólo estamos hablando de [esas] 2.775 personas. Esas personas tienen familias, y por lo tanto el número de afectados por los despidos aumenta. Hablemos del sector privado, sobre el que hemos realizado un estudio documentado con estadísticas y contactos directos con los trabajadores despedidos. Este estudio se llevó a cabo en agosto. El número despedidos en el sector privado alcanza a 1.911. El tamaño de sus familias asciende a 9.693 personas. En el sector público, hay quienes han sido despedidos y quienes han sido suspendidos. Su número combinado alcanza a 739 individuos. El número de miembros familiares de los que son responsables asciende a 3.647 personas. En total, el número total de miembros familiares afectados es 13.340. Se trata de cifras exactas que han sido documentadas por el estudio de la Federación.
Los resultados de esta campaña son claros. Bahréin TV ha puesto en marcha una campaña que reclama el despido de los trabajadores y esos son los resultados de dicha campaña. Hoy en día, nuestra reivindicación y nuestra prioridad como Federación es que los trabajadores sean readmitidos. También hay sindicalistas que han sido despedidos; suman 55 personas, 49 de ellos proceden de diferentes asociaciones y otros 6 forman parte de la dirección de la Federación. Estos son signos de un ataque contra el movimiento sindical de Bahréin y nosotros lo rechazamos totalmente. En tanto que sindicalistas, tenemos derechos y hay una legislación de sindicatos. Estamos ejerciendo nuestros derechos como sindicalistas. Por lo tanto, no se nos puede despedir a causa de nuestra militancia sindical. Tampoco los trabajadores pueden ser despedidos por sus opiniones y afiliaciones. Se trata de una cuestión muy importante para nosotros.
SSJAM: Como demostración de la importancia de esta Federación y de la importancia de su participación, el príncipe de la corona pidió a la Federación que presentase sus preocupaciones cuando se anunció la iniciativa de diálogo. La Federación participó en ese diálogo y presentó sus observaciones por escrito al príncipe heredero. Dichas preocupaciones no estaban lejos de las reivindicaciones populares. De hecho, se unieron a las exigencias de la gente, pero sólo en lo referido a las exigencias de reforma política y no a la reivindicación de la caída del régimen. Puede que haya habido voces que pidan la caída del régimen. Y creo que quien haya hecho esos llamamientos asume su responsabilidad. La Federación, sin embargo, asume la responsabilidad de reclamar la reforma política, lo que no es sólo reivindicación de la Federación, sino también del movimiento popular, y fue expresada asimismo por la dirección política, incluido el rey y el príncipe heredero.
AMH: Creemos que es necesario que haya una solución política y que entre en vigor inmediatamente, y por lo tanto, alejarse de la solución de la seguridad. La verdad es que la solución de seguridad no hará sino exacerbar la crisis. A través de una solución política podría haber un diálogo serio y soluciones políticas que realmente atiendan las reformas la gente reclama. En este aspecto, y a pesar de que ahora estamos en octubre —los acontecimientos se iniciaron en febrero y marzo y la solución de seguridad se produjo entre 13 y 15 de marzo, cuando se declaró el estado de emergencia. Creemos que debe haber soluciones políticas, un diálogo genuino y situar los problemas en su preciso contexto. Tenemos que alejarnos de la solución de seguridad porque la solución de seguridad siempre crea situaciones de crisis. Sigue habiendo indicadores. Es decir, las resoluciones que se han emitido en el último período, en los últimos diez a catorce días. Hay decisiones que creemos que son muy duras. Un ejemplo es el caso del presidente y vicepresidente de la Asociación de Profesores, cada uno de los cuales ha sido sentenciado a diez y trece años respectivamente. Se trata de medidas duras tratándose de una institución de la sociedad civil. También está el caso del presidente y el vicepresidente de la Asociación de Enfermeros, que han sido condenados a penas de unos quince años. Ello se suma a la reciente condena de los médicos tras meses de detención. Vemos estos casos como indicadores de una crisis continua en lugar de cómo un avance para una solución.
Por otra parte — en la cuestión de los despidos— hay un ministro de Trabajo que sabe que hay trabajadores despedidos pero se ha negado a emitir estadísticas sobre quién exactamente ha sido despedido a fin de compararlo con nuestras propias estadísticas y comprobar quién ha sido readmitido y quién no. Nosotros sostenemos que ha habido algunas readmisiones, pero este tema sigue en punto muerto. Para nosotros es muy importante que los trabajadores vuelvan al trabajo. Hemos visto en los últimos días que se ha despedido a trabajadores de la Universidad. Por lo tanto, sigue — estamos hablando de despidos que se pusieron en marcha en marzo hasta el día de hoy.
En el movimiento sindical nos preocupa que se lleve a juicio a algunos sindicalistas y que vayan a celebrarse vistas en el próximo mes, pues ya han sido convocados. Consideramos esto como algo inquietante ya que los sindicalistas están siendo procesados por llevar a cabo su labor sindical. En relación con el ataque contra el movimiento sindical, hay incluso problemas de acoso, ataques en los medios de comunicación que tratan a la totalidad de los dirigentes sindicales como si fueran criminales y traidores.
Tenemos que superar estos problemas y mantener un diálogo serio. Estamos dispuestos a sentarnos a la mesa de diálogo. Como mi compañero Salman ha señalado, estamos con la reforma. Toda reforma que se consiga se verá reflejada en nosotros en tanto que movimiento sindical y para que gocemos de mayor libertad.
SSJAM: La movilización en el terreno sigue. Puede que no sea en el nivel que se produjo en el período anterior pero, no obstante, se mantiene. Nuestro análisis de la situación es que las cosas no están claras y los objetivos obstruidos. Sin embargo, aún hay movilización a escala nacional. Hay también una movilización a nivel internacional que está ayudando a remover las aguas. Aunque es una movilización muy lenta. Cuando todo está dicho y hecho, las movilizaciones populares siempre... bueno digamos que todo tiene un final. En consecuencia, hoy los pueblos [de los diferentes países] son quienes tienen la última palabra.
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